Second date

Tras un primer encuentro en el que las intenciones no quedan del todo claro y la expectación es la reacción mas común, decidimos poner en marcha lo que sera la segunda cita...

El plan era este: café, cena y copa.A simple vista algo habitual, sencillo e incluso simple pero con grandes posibilidades dado que las actividades propuestas son propicias para el dialogo, el conocimiento del otro y el entendimientos y por supuesto de la diversión.Y así fue.Tomamos un café latte en el café comercial entre miradas furtivas y roces infantiles pasamos una bella tarde delante de nuestros cafés hablando a la vez todo y a la vez de nada.Una sensación peculiar cuando estas conociendo a alguien sobre todo si se parece tanto a ti o de entrada tenéis tanto en común, ¿casualidad o coincidencia?.

Eso no lo se, lo que si se es que los acontecimientos que se desencadenaron después fueron del todo casuales y consecuentes con lo que el uno quería del otro.Fuimos a cenar a un divertido restaurante y en ese momento fue cuando se produjo uno de los momentos mas simpáticos de la velada.Estábamos cenando en una japones y pedimos un sushi sin alga el que es solo arroz, si ese y el que tiene una gran maña con esto de los palillos coge uno lo moja en salsa de soja y lo lleva hasta mis labios, un gesto del todo inocente yespontáneo que yo se lo agradezco con una mirada picarona e ingenua pero llena de carga erótica.

Acabada la cena, por supuesto paga el. Nos vamos a un lounge a tomarnos unos cocteles de una forma muy naif y entretenida se desarrolla la estancia en este local, puesto que yo me tome 3 cosmo.El encantado no paraba de hablar, super-atento y haciendome sentir la única persona en el mundo que le interesaba.Esta sensación de confianza y comfortabilidad que te hace sentir alguien es practicamente magia, unaquímica especial invadía el ambiente.

Ponemos rumbos distintos y todo queda sellado con un bonito, pasional y sentido beso. Una noche para recordar, lo que pase después quien lo que pase, lo que paso esa noche es tan solo nuestro y ya nadie nos lo podrá quitar.