The Sweet Scape

Odisea parisina con parada excepcional e inesperada en Catalonia.Vamos por partes:

Domingo 16 de Septiembre, Madrid (España)-París (Francia):

Después de muchos infortunios encuentro compañero de viaje y ponemos rumbo a lo que seria una de la noches mas largas de mi vida puesto que empezaría en Madrid y acabaría en París.Nosotros que osados somos un rato cogemos nuestro equipaje con todo lo imprescindible para una aventura como esta y hacemos nuestra primera parada en el sitio más concurrido de la moderna nocturnidad madrileña "Elástico flexiclub".Nos dejamos caer como quien no quiere la cosa,saludos varios y actitudes de diva para posteriormente sobre las 03:30 a.m pregonar a los cuatro vientos que mi amiga Ivanka y un servidor se iban a París y cito textualmente: "Nos vamos a Parrriiiiiiiiiiiiis". Todo se desarrolla con toda fluidez y cogemos el vuelo destino París.

Llegamos al aeropuerto de París-Beauvais (pequeño y exótico aeropuerto en medio de la nada donde las low cost, son las reinas).Sin más dilación cogemos maletas y nos dirigimos al sitio de nuestro alojamiento no sin antes dejarme asombrar por los carteles de metro art decó que se ven en la mayoría de las entradas de las estaciones parisinas.

Nuestro primer contacto con los nativos (aborígenes locales pertenecientes al norte de la Europa continental) fue del todo satisfactorio.La recepcionista de nuestro coqueto hostel no podría ser mas encantadora y francesa a la par.Nos hace entrega de las llaves de la habitación y de un papelito en el que se nos indica que no podemos hacer uso de esta misma hasta las 15:00 y hay que tener en cuenta que nosotros estábamos plantados en el hostel a las 11:00 sin haber dormido mas que una hora.En ese momento me sentí al borde de la muerte.Anhelaba una cama como agua en mayo o lluvia en Sevilla.Se nos ocurrieron todo tipo de soluciones a cual de todas mas descabelladas y optamos por una de ellas es decir dormir en unos, no del todo cómodos, bancos de madera que había en la living room del establecimiento, si bancos y si eran de madera.

Dormimos unas cuantas horas pero no las suficientes para hacer el tiempo necesario así que raudos, veloces y con alguna contractura en el cuello nos dispusimos a recorrer nuestro pintoresco barrio.Descubrimos que era del todo exótico con establecimientos provenientes de todos los rincones del mundo que le daban un aire ecléctico, multirracial y cosmopolita del todo encantador.

Así pues impregnados de estos aires de oriente volvimos al hostel a hacer uso de nuestra habitación en unas condiciones excelentes y la verdad que de nuestro agrado.Aunque en ese momento hasta la cosa mas cutre nos hubiera parecido super acogedora. Como nos gusta la nocturnidad (Vivimos de noche, casi todo el año) pensamos que que mejor forma de comenzar nuestro viaje que yendo al barrio de las galerías de arte, el centro George Pompideu y las tiendas vintage mejor conocido como "Le Marais" también famoso por ser el centro de la comunidad gay parisina. Recorrimos sus calles, nos impactaron sus edificios y otra clase de monumentos de carne y hueso y sin mas dilación nos tomamos la primera cerveza que por supuesto no seria la ultima.

Entre birra y birra hablamos de todo y a la vez de nada recorrimos baretos de dudosa reputación donde las almas se dejan caer por ritmos estridentes que llevan tu cuerpo al infarto e hicimos cosas que solo se pueden hacer en París...

No pensé que el primer día me iba a dar para tanto (sobre todo a la hora de escribirlo) así que en próximas entregas más y por supuesto mejor que esto es solo el comienzo.