Al pasar por esta incierta e insulsa existencia, siempre me queda el pensar como sería todo si en lugar de los habituales ruidos de la ciudad tuviéramos toda una banda sonora original, que acompañará cada uno de nuestros pasos, llenando de tensión algunos momentos o de simple excitación festiva otros, por ejemplo:
¿Cuánto darían de sí las conversaciones importantes, donde se revelan secretos y cosas por el estilo, con un sonido de violines que agudizaran la situación? Seguro que el desasosiego recorrería todo nuestro cuerpo dejandonos absortos, deseosos de que termine y pasar a músicas más calmadas que apacigüen este estado. También sería curioso observar como los momentos de comulgación con el medio se verían apoyados con sonidos alegres y vitales. Let the sunshine...
Sinceramente, no se porque hablo de esto. Sí, existe el iPod y demás. Pero no es lo mismo, que tu sonido sea compartido por toda la ciudad en dolby surround a que sea simplemente disfrutado por la intimidad de tus pabellones auditivos. De ciclotimia en ciclotimia y tiro porque me toca. Son tiempos de cambio, de decisiones importantes y del tan traído "ELIGE". ¿Si no quiero elegir?¿Si tan sólo quiero quedarme como estoy?¿Si ni tan siquiera se dónde estoy?. Parece ser que todo es tal cual es y no hay posibilidad de cambio, a pesar de tu cara quejumbrosa y atónita que me lleva a la más profunda desconfianza en ese ser semejante a mi, el hombre. Al parecer el mundo en tecnicolor parece estar más lejos en el horizonte, intentaré no desfallecer, hasta por lo menos alcanzarlo.
Hablando de todo, a la vez de nada. Seguramente me entregue a una red de prostitución albano-kosovar.
¡Buenas noches y buena suerte!
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