A R M A R I O

Sapos y culebras...


Cuando termina un período continuado de acontecimientos en mi vida, me da por limpiar. Hoy le ha tocado el turno a mi armario (ese gran desconocido)... ¿Cómo pude olvidar mis pitillos negros de satén?, en fin, cosas de la moda. El caso es que nada más levantarme y tomarme un desayuno al más puro estilo de Arizona, decidí que era el momento. Así fue. Empecé a sacar ropa venida de todos los corners comerciales de la capital, que me han acompañado durante el ultimo lustro. Parece mentira como yo he cambiado y no hay mejor reflejo de ello que mi propia ropa. Testigo inerte de esta evolución (o involución, dependiendo desde el punto de vista que se mire) por la que supuestamente he transitado.

Pitillos, campanas, oversize, lycra, estampado militar, colores pastel, alpargatas, botas de boxeador, converse de lentejuelas, zapatillas plateadas... Así hasta un sin fín de prendas de vestir, que han tenido un bonito fin, la "charity". Por que yo estoy muy concienciad0 con los problemas sociales y no hay nada mejor que regalar lo más out de tu armario a los más necesitados. Intenté contactar con cierta amiga que quería ver si algo podía rapiñar pero parece ser que ha sido secuestrada por una panda de aspirantes a leguleyos que le tienen negada toda comunicación con el exterior, pues eso, ajo y agua.

Continué con mi labor y reorganice mi armario, reutilize perchas y rescate los básicos del invierno pasado que aún a día de hoy podré seguir usando durante el otoño/invierno 08-09. No es que me preocupe mucho la tendencia o la inexistencia de ella, pero me gusta estar en consonancia con los tiempos que vivimos y ser coherente con ello. Siempre he pensado que la ropa nos hace más únicos de lo que ya somos, dejando de lado el uso práctico y las convenciones sociales. Por eso tenemos que enarbolar nuestro outfit como emblema de esa diferencia. Esa diferencia que reside en nosotros de por sí y que simplemente se ve resaltada con una forma de expresión como esta, la ropa. Hoy en día vale todo, es más, si no te gusta como vistes, busca, compara, copia y ¡elige!.

Llegado a esto nos estaremos preguntando... ¿Tribus urbanas?¿Etiquetas sociales?¿Uniforme post-escolar?. No estoy muy a favor de estos conceptos, creo, que simplemente sirven para hacer ver que la masa tiene poder, relegando la conciencia del individuo a un segundo plano. Cuando lo mas importante, eres tú. Te pones lo que te pones por la simple razón de que te gusta o porque te ves más o menos favorecido con determinadas prendas. No creo que vistamos como lo hacemos por la necesidad de sentirnos parte de un colectivo con unas normas predeterminas, que dictan como eres más allá de lo que llevas puesto. Existir, existen y algunas personas lo siguen como dogma, mejor para ellos. Yo para mi no lo quiero. Prefiero resguardarme en mi. Yo y mis circunstancias. Todo cambia y la que hoy enarbola un determinado movimiento mañana lo estará odiando. Tenemos que estar preparados para eso, para el cambio. La vida es cambio y por supuesto la indumentaria, esta llena de ellos.




Chan, chan, changeeee....