Ojalá fuera tan fácil...
La ira hace que hierva mi sangre de manera descontrolada.
Es ira.
No lo puedo remediar.
A veces la intento controlar, contar hasta diez y respirar, pero chica, a veces me gusta sentirla.
Sí, ira.
Rabia que carcome y oxida el alma.
¿Qué le voy a hacer?.
Simplemente la bomba tenía que estallar, pues ala que haga...
¡BOOM!
La tranquilidad siempre regresa. Y si no para eso esta este espacio, para destrozar todo aquello en lo que creía y reírme del mísmisimo diablo.Se agradece. Pero me gusta, la ira. Me posee, me controla, me descoloca. Me encanta. Casi tanto como reír. Chica, no lo puedo remediar, el reír, sí. Y sentir ira. Ambas viven en mi, la risa y la ira. Calmarme no quiero. Aunque espacio, si quiero. Espacio para poder dar salida a ese caudal de emoción desbordado y desbordante. Como me de la gana. Sea una intoxicación etílica o un acto poético-performativo, por poner algún ejemplo . Sin mas. Chica, de verdad que díficil eres a veces. Cuanto requieres del otro. Pero es que estamos vacíos. Por eso volvemos inevitablemente al otro. Para llenarnos de mierda.
Yo nací revolucionado, centrifugado y atropellado. Por que acaban en -ado.
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