
La sopa no sabe a nada. Si la sopa no sabe a nada habrá que dejar que el sabor nos embriague. Nos deleite. De una forma u otra el sabor hace su aparición. Su gran entrada triunfal para un estreno donde no tengo invitación. La invitación. Puedes entrar o simplemente quedarte ahí. Quieto. Iniciar el movimiento o detener la acción. Convertirte en causa o en consecuencia. Desterrar del mundo la culpa, el perdón... Batallas perdidas desde un principio. Perder no es sintomático de esta generación. ¿Mi generación? Perder es aligerar tu mochila. Perder es salir. Salir con culquier excusa. Nadar entre dos aguas. Beber todos los mares. Tragar semen. Ahí está la clave. Cuando tragas semen pierdes. Por eso ya no trago semén. Aunque sea más sabroso que la sopa.
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