Noches en vela. Ruido ensordecedor. Acallar el monstruo interno no surtió efecto. Aún me pregunto tantas cosas. No paro de preguntar. Será que mantengo en la inopia la "cuestión" propiamente dicha o tan sólo tengo un ansia de conocimiento tan voraz que no paro de cuestionar para intentar averiguar... ¿Qué? Nada. El misterio no queda resuelto por muchas vueltas que le des o por decisiones que tomes. Las decisiones conforman el camino de una manera errática. En el error está la fractura de mi corazón. En el error, en la caída, en la confusión tengo la oportunidad de ser yo. Elementos poco rigurosos que dibujan un horizonte. Sin connotaciones, sin epítetos que caractericen o describan de una manera bella todo lo que me rodea. La belleza se encuentra en los lugares más oscuros y recónditos del alma...
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