Arrebatos de locura y necios del pensamiento. Vómitos que no encuentran desagüe y secreciones corporales que se extienden por todo el planeta tierra. Hoy me siento UNIVERSAL. Diría que mis sentimientos son comparables a las necesidades más básicas de cualquier organismo vivo que pulula la faz de la tierra. Universal y básico. No lo hago por que sí o por que me guste. Los sueños disolutos o el disoluto sueño. Las noches en vela y las facturas sin pagar. ¿Si lo hice? Lo hice, claro. Como todos y todas cariño. Ellos aún están sentados. Están esperando por la gran fiesta. La gran partida. Una huída sin destino. Ni en las apestosas cloacas, ni tan siquiera en los antros habituales vas a encontrarme, me he ganado la luz del sol. Aunque Hermes arañó el cielo como chico, chica, el mejor o la peor y muchos envidiaron sus sandalias aladas. Tantos disfraces como mensajes edulcorados o simplemente transformados por la desidia. El menos o la más. Y cariño más no es más por mucha diva de medio pelo que abrace el exceso como forma de vida. Formas hay muchas y aún estoy buscando la mía.
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