Carta a una joven Longplebeya

Fusta en mano y con toda la libertad que unos guantes de satén me pueden proporcionan, me digno a escribir unas pequeñas pálabras dirigidas a todas aquellas mentes obtusas que ven todo en blanco y negro. Darling estamos en el 2007 y por sino te has dado cuenta los sueños son en TECNICOLOR.

No es cuestión de reflejar mi malestar hacia la mediocridad imperante en la sociedad pero hay cosas que es mejor decirlas porque sino estallas y como no soy una olla expréss, esto no me servirá pa' cocer una coliflor. Al fin y al cabo la indiferencia es mi arma y el histrionismo mi bandera. Tan sencillo como eso, lo tomas o lo dejas.

Exacervada ignorancia reflejada en miradas atónitas sedientas de sangre y prendas básicas de pull&bear. Pretenden ser vampiros de espíritu pero lo que no saben es que para tener una mordida ácida y envenenada hay que ser muy listo. Más que listo, rápido. El principio fundamental para ser ácido es la rapidez sin esto, por mucho que te pese, jamas podrás estar a la altura de mis zapatos.

No malgastes tu tiempo en cosas que para ti no tienen importancia. Preocúpate de cosas que tengan relevancia para ti como si te ponen o no en lista para el LP o comprarte los últimos pantalones acampanados de jack jones.

Nada más y deseando tu pronta extinción.

Yo, Douglas