Niña en edad de merecer

Sí. Así me siento cada vez que se acerca un hombre a casa y mi madre esta cerca. Ya puede ser un repartidor de pizz, el chico de la telefónica o el de la luz, que ella no para de ver en ellos al próximo marido para su hijo. Es una sensación extraña y desconcertante, que te deja en una situación incómoda y embarazosa. Como si Yo fuera una joven casamentera propia del s. XVIII y mi único fin en este mundo fuese el de agradar a mi señor teniendo ocho hijos y mi vida consistiese en una existencia pusilánime en la que la mayor de mis preocupaciones fuese el color de las cortinas. Como si todos los hombres que nos circundan fueran homosexuales. Como si mi vida girase entorno a encontrar mi satisfacción personal en los fornidos brazos del testigo de Jehová (Que por cierto, el chico estaba en toda su gloria). O como si Yo, no estuviese estupendamente tal y como estoy.

Esta obsesión por parte de mi Sra. madre no es nueva. Lo que es nuevo, es el cambio de sector. Ha ido de un ámbito más global o de simples comentarios a encasquetarme al instalador del adsl, con la excusa... "De que como eres marica, eres prosmicua". Ancha es Castilla, no te jode.
Es una situación muy cómica. Sobre todo por la cantidad de malentendidos que se generan. Como si de un juego a tres bandas se tratase. Por un lado mi madre, por otro el repartidor de telepizza y por otro Yo. Situación tipo: "Mamá podríamos cenar una pizza, ¿no?" a lo que mamá contesta, "claro Juan, llama Tú" . Hasta aquí todo normal, pasan los 20 minutos de rigor y por fin llega la pizza vía motor. Llaman al telefonillo y es Él, mamá le habré y dice "Este chiquito parece majete, tiene una voz juvenil y agradable" (Es decir, es choni y tiene un piercing en la parte superior del labio). Realiza lo que es la entrega y comienza el tercer grado. "Tú estudias, ¿Verdad?" "Esto solo es para sacarse unas perrillas" "Si se te ve un chico responsable" "Mi hijo es que actor, si es muy creativo" y así un batiburrillo de preguntas que se precipitan hasta el instante de... "Oye y ¿tu tienes novia?" [Téngase en cuenta la presencia de un servidor, atónito ante tan almodovariana situación] A lo que el repartidor contesta: No, no tengo. Mire su cambio, Gracias. Y hace amago de marcharse, lo mas fuerte esta por llegar mama en un alarde de estrategia, le hace una pregunta un tanto quisquillosa, "¿No seras gay, no?" El chico en cuestión me mira con una cara de puerro impresionante, como no dando crédito a lo que la señora del BºC estaba diciendo, a lo que yo muy hábilmente contesto, "Mamá, jajajajaja, que graciosa eres, que cosas tienes, deja al muchacho que siga haciendo su trabajo, jajajaja, perdónala es que toma confianza con mucha rapidez". El repartidor en cuestión se va, haciendo mutis por el foro.

No es que no me sienta cómodo, con que mi madre lleve de una manera tan ejemplar y casi divertida mi condición sexual, pero otra muy distinta es que vea en el choni motorizado al hombre de mi vida. Con todo mi respeto a este sector que proveen de alimentación a un precio moderado. Mamá, cuando tenga que llegar, llegará.

Estoy muy satisfecho con mis relaciones de usar y tirar, 3 o 4 polvos al mes, es suficiente. ¿Ataduras? Pa' los cordones.


2 Comentarios:

Moncho y yo dijo...

Es condición natural de la madre querer vernos casadas a toda costa, aunque no lo adviertan en un principio es parte de su papel, intrínseco a su figura.
Tienes un bakala.org en casa

Muakas!!

Eau de Ruberta dijo...

La primera vez que lo lei senti una extraña añoranza a otros tiempos de casamenteras cofias y Las Casamenteras del Oriente! jajaja ahora que que lo vuelvo a leer siento que la situacion es que menos que pintoreca...En el fondo madre no hay mas que una....(esto suena raro viniendo de mi jajaaj)


MUA!!!

 
 
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