Ruede en el Valle de Sanabria

Como si se tratase de un anuncio del hollywoood variety.

"Señores y Señores, pasen y vean, vaya circo, vaya cuadro y vaya, vaya". Es lo que debieron de pensar el centenar de habitantes de Ribadelago (Zamora) ante la llegada de "los faranduleros". Objetivo: comienzo de rodaje de "4 reinas, 1 taxi, 4 ases". ¿Qué mejores localizaciones para un film tarantiniano (por Quentin, claro esta) que el Valle de Sanabria? Nieve, lago, casas devastadas por el olvido, un bar (Fabrizio's pub), un hostal y un equipo de unas 15 personas, entre actores y técnicos que a día de hoy siguen degustando las mieles de eso que es llamado Séptimo Arte.

¿La película?¿De que va? Pues os esperaís al estreno, por que aunque sea cine Independiente (Porque hasta en eso, yo soy muy indie), no vamos a desvelar el pastel antes de se estrelle en la cara del payaso, ¿no?. ¿Mi papel? Un secundario, interesante, con una escena juguetona, llena de dobles sentidos y muy transgresora (Como dicen algunos que soy, si ja!). Transgresor en su medida, el único bar del pueblo, propietario por Fabrizio (Yo, en la ficción), un marica venido a menos exiliado de su pueblo. Fabrizio regresa a retomar la actividad hostelera regentando el que fuera el bar de sus padres, pero no lo hace de una manera discreta no que va sino con todo el circo montado. Y hasta aqui puedo escribir.

Un fin de semana que será recordado por "El pan que habla", producto de la contaminación etílica de unas 12 botellas de vino. ¡Esto más que un tranquilo hostal de montaña, era un burdel!



Ojalá todos los días fueran de rodaje, de función o de bolo...