Los románticos estamos perdidos en un reflejo del pasado,
desértico espejismo.
Luces que se convierten en sombras,
sombras que desaparecen con la majestuosa irreversibilidad
del dónde,
del cuándo,
o del cómo.
No hay porqués que valgan.
Las cuentas están saldadas.
Ya he pagado a mi puta.
Exijo una compensación.
Merezco la salvación.
No la redención cristiana,
no hay acto de constricción que valga.
Cuando el alma ha pecado tanto...
Los pecados de la carne se convierten en hechos pueriles,
en una mañana que no espera...
Momentos perdidos con la benevolencia del tiempo.
Por lo menos nos queda el recuerdo del tiempo pasado,
ese que se convierte en ficción del tiempo presente.
Perdona la poesía.
1 Comentarios:
La sucia y la puta, amigas de la metafísica tradicional. Partiendo del flatus que anida con la voz. Canalla y cobarde, descuido imperdonable.
Éso le dice Laura Paulov a la niña que estudia las maneras de querer, de pensar, de caminar y nadar...ergo erat.
Interrogantes disyuntivas que se aparecen a la inclusividad de quien lee o al tihi mihi cuyo final es hartazgo conocido cuando de bigonistas trata la trama; y el drama. Asunto que por cierto deberían tener muy en cuenta los aficionados, aficionadetes y aficionadillos. Que unos sean pasables, puede ser; sean los demás cándidos o nobleza si acaso en una linea jerarquizada que va desde el colono irascible al emperador o, quizás, a la divinidad.
¿Y después? Después XXI...hijos de una puta de 20. Pero ellos las prefieren maduritas. Ellos que se querían llamar Wolf y Johann Christian, y también querían decirse hacedores y creadores de mundos, y nombradores y dadores de algo para decir...
Sueños de visionarios
¡Música! ¡Música y nada más!
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