18



Cuando pienso en mi adolescencia, 
pienso en el baño de aquel sórdido lugar.

Nunca había visto un baño así:no tenía cortinas, ni toallas, ni espejo, 
solo un lavamanos verde por la suciedad y un inodoro amarillento, color óxido–como algo en un experimento científico donde se cultivan plagas en cuencos–.
Salía de aquel asqueroso apartamento
hacia un destino falso,
me vestía con ropas prestadas, 
aunque estuviera rodeado de gente.
Lo decoraba como un gran pastel,
Y me agachaba; se me caía de los dedos
y viajaba hasta una esquina,
para desplomarme en una depresión cóncava como el nido de una rata,
lo doblaba con su pequeño arco y
volaba por los aires,  jamás acertaba,
como el anillo de Saturno, me agachaba y me arrastraba para recuperarlo.
caminaba a gatas, 

caminaba a gatas, 
dieciocho años, 
ese brillante colgajo flotando entre tus piernas, descendiendo, y me veo a mí mismo 
de rodillas, tratando de alcanzar mi vida.
 



El sexo nunca fue un crimen.
y me encerraba.

No lograba aprender a ponerte el condón,
brillante y gelatinoso, con mucho lubricante.
Como el pedo de una cucaracha.
Lo glaseba de nuevo hasta que estuviera reluciente,
toda una esfera zumbante.
Lo recogía con la boca, pero para entonces 
tu viril mástil, era un badajo repugnante.




0 Comentarios:

 
 
Copyright © |||
Blogger Theme by BloggerThemes Design by Diovo.com