Sugiero que hagamos algo inapropiado,
quiero verte la entrepierna envuelta en cadenas de metal,
quiero ver tu miembro erecto estremecido por una correa y en tu cara,
un bozal.
No soporto oírte hablar.
Te ordeno que me ates a la cama.
No quiero sueños eróticos.
Dolor siento cuando pienso en ti,
recuerdo tu olor,
tan próximo a mi...
Mientras tu sudor recorría mi espalda.
Fluidos que se confundían.
No sabía donde empezaba tu carne y terminaba la mía...
Conviérteme en tu esclavo sexual.
No quiero que tengas compasión.
Sin dolor no hay pasión.
Sin dolor no hay recreación.
Déjame sentir algo que no sea banal.
No hay caricias que valgan,
solo bofetadas en la mejillas y
latigazos en las costillas.
Hazme tragar todos tus líquidos.
Sediento estoy.
No me correré en tres días.
Sumisión y dominación.
Estoy a tus pies.
Te espero de rodillas a las tres.
Tres cuerdas y un solo cuerpo.
No puedo saciar mi apetito...
¡Quiero más!
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